La incongruencia del Real Madrid con Achraf

Achraf Hakimi se convertirá en el cuarto lateral derecho más caro de la historia cuando se confirme su traspaso al Inter de Milán por 40 millones más otros cinco en objetivos. Por delante aún quedarán Cancelo, Wan-Bissaka y Walker. Sin duda será un éxito económico para el Real Madrid, pero también una importante incongruencia. Porque el equipo blanco lleva años practicando una estrategia de mercado por la que persigue el talento joven con el fin de que su precio no se vaya de madre. Pues bien, en este caso dejará escapar un futbolista no sólo de futuro, sino de presente, como lo ha demostrado esta temporada con 9 goles y 10 asistencias.

Su salida dejará de nuevo a Carvajal sin competencia para la banda derecha, toda vez que Odriozola no ha demostrado ni la mitad de lo que apuntó en San Sebastián y Militao, fichado por 50 millones no hay que olvidarlo, no aporta como debería en el costado.

El caso es que Carvajal tampoco ha tenido su mejor temporada. Tiene toda la confianza de Zidane, pero quizá la presencia de Achraf le habría dado ese plus para aportar más y también el descanso necesario para estas temporadas tan cargadas de partidos.

Desde el Real Madrid argumentan que no podían garantizarle minutos a Achraf -algo que no pueden hacer con otros futbolistas que sí siguen en la plantilla-, pero sobre todo que el traspaso sirve para tapar parte del agujero que ha dejado la pandemia. Además, el Real Madrid consigue tener un derecho de tanteo por el futbolista, por lo que sigue teniendo cierto control sobre él. Arguye el equipo blanco que si finalmente acaban desembolsando 60 millones por él, el sobrecoste sería de unos 15 millones, lo que seguiría siendo una inversión pequeña para el Madrid si Achraf sigue evolucionando como esperan. La pega es que, al ser derecho de tanteo y no opción de recompra, ya no depende del Madrid tomar la decisión si no que tiene que ser un tercero el que dé el paso al frente para que los de Chamartín puedan igualar la oferta y, además, el Inter tiene que querer vender al jugador. Dos factores que escapan al control del Real Madrid.