El Milan tiene un plan, otro, para volver a ser un equipo importante en el Viejo Continente. Aunque su nombre sigue evocando grandeza, lo cierto es que los lombardos llevan tiempo lejos del puesto que les corresponde en la Serie A y en Europa. La fórmula que propone ahora es cien por cien alemana. Ralf Rangnick en los despachos y Julian Nagelsmann en el banquillo.
Sin duda es, a priori, una fórmula del éxito. No hay más que ver cómo están funcionando las cosas en el RB Leipzig. Rangnick se ha confirmado como un gran cazatalentos. Mientras que Nagelsmann es uno de los entrenadores de moda en el Viejo Continente. Primero elevó al Hoffenheim y ahora tiene al Leipzig peleando por la Bundesliga. Su destino siempre ha sido el Bayern de Múnich, pero cuando te llama el Milan.
Rangnick se está pensando muy mucho el paso a San Siro. Al principio le propusieron ser el entrenador, aunque con más poderes. Una especie manager inglés. Pero al parecer, el teutón se ve mejor lejos del terreno de juego y confía en Nagelsmann, un preparador que puede devolver al Milan a la pelea con Juventus, Nápoles o Lazio.
Quien podría tener las horas contadas con estos movimientos es Paolo Maldini, que podría dejar su cargo al frente de la parcela deportiva.
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